sábado, 14 de septiembre de 2019

Definición de prácticas culturales

Es habitual que los antropólogos y los sociólogos debatan sobre las prácticas culturales. Por un lado, el proceso de globalizaciónha hecho que muchos grupos pierdan sus señales distintivas, ya que ciertas culturas terminan imponiéndose sobre otras. Por otra parte, hay prácticas culturales ancestrales que, de acuerdo a criterios y parámetros de la actualidad, no se consideran aceptables.


La mutilación genital, el canibalismo y el matrimonio infantil son prácticas culturales que forman parte de la identidad de algunas etnias pero que, en el mundo occidental, son rechazadas e incluso perseguidas. Hay un amplio debate sobre la existencia, o no, del derecho de esas comunidades a mantener dichas prácticas.

La práctica cultural generalmente refiere a la manifestación de una cultura o subcultura, especialmente con relación a las prácticas tradicionales y consuetinaria de un particulares étnicos u otro grupo cultural. En el sentido más amplio, este concepto puede aplicar a cualquier persona que manifiesta cualquier aspecto de cualquier cultura en cualquier tiempo. Aun así, en su uso práctico, a menudo refiere a las prácticas tradicionales desarrolladas dentro de culturas etnias concretas, especialmente aquellos aspectos de la cultura que ha sido practicada desde tiempos antiguos.

El término ha obtenido importancia debido a la controversia aumentada sobre "derechos de práctica cultural", los cuales están protegidos en muchas jurisdicciones para pueblo indígenas​ y a veces minorías étnicas. Es también un componente importante del campo de estudios culturales, y es un foco primario de trabajos internacionales como la declaración de las naciones unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.

7 prácticas culturales de Colombia

1. Aquí se toma tinto en todos lados y a toda hora

Cuando digo “en todos lados” me refiero a que vayas donde vayas, alguien siempre te va a ofrecer un tintico (o taza de café negro).


De desayuno, a media mañana, en la calle por mil pesos, después de almuerzo, en una reunión de trabajo, en una salida con amigos… En Colombia se toma tinto y esto no es sorpresa para quien sabe que este país es el cuarto productor de café en el mundo y que se lleva el primer lugar cuando hablamos de la suavidad el grano.

Eso sí, no esperes que cualquier tinto que te tomes aquí sea una deleite para el sentido del gusto; lo mejor es que busques cafeterías o marcas especializadas en ofrecer productos orgánicos, cultivados por comunidades cafeteras que te garanticen un sabor exquisito y único. 

2. ¿Hay algo que celebrar? ¡Que sea con rumba!

Cualquier razón es buena para reunirse entre familia y amigos, tomar unos aguardienticos y bailar hasta la madrugada. 
 
 
A los que no saben qué es aguardiente (también llamado aguardientico por los colombianos que le tienen mucho cariño), es un licor de anís muy consumido en todo Colombia, que se sirve en pequeños shots y se acompaña de un vaso de agua con hielo por si los primeros tragos resultan muy fuertes; porque los que siguen ya ni se sienten.
 

El deseo de tomarlo aumenta cuando comienza a sonar la música rumbera, que generalmente rota entre la salsa, el reggaetón, el vallenato, la cumbia o cualquier otro ritmo caribeño, que a su acompaña cualquier momento de celebración. Entonces, ¿baile tropical + aguardiente? Resuelve la ecuación. 

 

3. Una arepa siempre calma el hambre

Aquí cada región se especializa en preparar su propia arepa, pero todas comparten lo básico y es que están hechas con maíz y se consumen en cualquier momento del día. 
 
 
Los paisas preparan la arepa más conocida y también la más simple: plana, de maíz blanco, para acompañar cualquier comida; aunque se disfruta mucho mejor con queso, huevos revueltos, chorizo o fríjoles encima. También tienen la famosa arepa de chocolo, hecha con un maíz más dulce y servida con mantequilla y queso fresco, ¡una delicia!. 
 
La costa tiene una muy particular: la arepa de huevo que, mediante una delicada y muy habilidosa preparación, resulta en una masa crocante de maíz frito rellena de un huevo perfectamente cocido; ¡un manjar!
 
Aunque tal vez la más rara, y no por eso menos rica, es la santandereana, que se prepara con maíz amarillo, ceniza de leña disuelta en agua y, en algunos casos, chicharrón picado o yuca. Hay muchas otras, como la boyacense mezclada con cuajada, mantequilla, sal y panela; la de mote que se prepara del maíz con afrecho, la arepeula de maíz con panela, la de chicharrón amasada con manteca de cerdo… una lista interminable, así que mejor ven y pruébalas. 


 

4. Aquí las navidades son cosa seria

Empecemos porque desde el 16 de diciembre todas las casas, oficinas, conjuntos habitacionales, parques y plazas públicas, centros comerciales y hasta aeropuertos locales, arman su pesebre y comienzan la fiesta de la novena. 
 
 
¿No les digo que todo se celebra? Pues esa costumbre tan navideña de recordar los nueve días de travesía de María y José antes del nacimiento de Jesús (o Niño Dios en colombiano), aquí se acompaña de natilla y buñuelos (dos platos típicos de esta época), villancicos cantados con panderetas y maracas, reencuentros familiares y, los días en que cae fin de semana, no está de más una rumbita con aguardiente. 
 
Otra de las particularidades de Colombia, que esperamos permanezcan en medio de tanto Papá Noel y pesebre invernal, es que los regalos los trae el Niño Dios y los pequeños lo esperan con ansias en la medianoche del 24 de diciembre. Además, las ciudades encienden impresionantes alumbrados con diferentes motivos e incluso compiten por premios lo que los ha convertido en un atractivo turístico muy aclamado. 

5. Este año el paseo familiar es… ¡a una finca!

El mejor plan de las familias colombianas es aprovechar los días de vacación para escapar al campo, alquilar una finca con piscina en tierra caliente y pasar allí interminables horas en medio de juegos y abundantes comidas. 
 
 
Claro que hay algunas regiones donde el clima no da como para piscina, pero mientras haya un río cerca, algún parque temático o actividades puntuales como comer delicioso, salir de parranda o montar a caballo, es suficiente para que el paseo sea todo un éxito.
 
Y mientras más gente de la familia vaya mejor, sobre todo si es la época navideña y van a leer la novena juntos, jugar al amigo secreto para no tener que darle regalo a tanta gente y cocinar una cena llena de platos diferentes. 

6. Hay un día en el que se prenden miles de velitas

Aunque sea laico por constitución, Colombia es un país muy católico en la práctica y muchas de sus celebraciones giran en torno a estas creencias, así que el Dia de las velitas todo el país se ilumina en homenaje a la inmaculada concepción.
 
 
Las celebración inicia a las 19:00 del 7 de diciembre y termina en la madrugada del 8 de diciembre, horas durante las cuales en todos los barrios, conjuntos, parques, calles… (casi como en la novena), se prenden velitas y faroles y la gente sale a las calles a compartir estos conmovedores momentos, participar en las oraciones grupales o tomarse fotos en los más bellos escenarios.
 
De alguna manera este día marca el inicio de le época navideña y, claro está, muchos celebran el acontecimiento con una buena fiesta.  

7. ¿Más colombiano que la arepa? De pronto el vallenato…

Este género musical de la Costa Atlántica colombiana, que se toca con acordeón, guacharaca y caja vallenata, nació hace más de 200 años en las zonas ganaderas con el afán de contar historias y acompañar el trabajo de campo. 
 
 
Siglos después, el vallenato se ha alejado de su naturaleza anecdótica, pero mantiene los mismos instrumentos que ahora lo que buscan es que se prenda la rumba allí donde los tocan. Aunque en Colombia el vallenato no solo suena en las rumbas; también en los buses, los locales comerciales, las novelas, la publicidad y hasta en algunos funerales.
 
El apasionante sonido del acordeón tiene la capacidad de abrigar el corazón y despertar el amor de los colombianos por su país, así como de darle órdenes al cuerpo de que tiene que empezar a moverse, de un lado a otro, muy caribeñamente. 


Las 8 prácticas culturales más extrañas

1. Comerse las cenizas de los muertos
En Brasil, la tribu Yanomami tiene una curiosa tradición para honrar a sus muertos: comérselos. Pero no penséis que se comen el cadáver tal y como ha fallecido, primero lo incineran y después lo que se comen son las cenizas. Lo hacen porque consideran que esto salvará el alma de la persona, y todos los familiares participan comiendo una parte.


2. Vendar los pies a las niñas
En China tienen una tradición muy cruel con las niñas. Obviamente se va perdiendo poco a poco pero aún se da en algunas regiones. Se trata de vendarles sus pies para evitar que les crezcan porque en la cultura china se cree que un pie pequeño es símbolo de belleza.

3. La marmota Phil
No por mediática deja de ser rara. Consultarle el tiempo que va a hacer a un roedor es algo extraño, por muchas veces que lo veamos en la televisión. Es muy fácil, el 2 de febrero en Punxsatawney (Pennsylvania, Estados Unidos), la marmota Phil sale de su madriguera y si ve su sombra, habrá seis semanas más de invierno. Si no la ve, llegará pronto la primavera.

4. Kanamara Matsuri o el festival del falo
Se trata de un festival sintoísta en honor a la fertilidad celebrado anualmente cada primavera en Kawasaki (Japón). Las fechas exactas varían, aunque la celebración principal tiene lugar siempre el primer domingo del mes de abril. El tema principal del evento es la veneración al pene, el cual se encuentra omnipresente durante todo el festival en forma de ilustraciones, dulces, decoraciones, vegetales esculpidos e incluso en un mikoshi, una capilla portátil del sintoísmo, a modo de paso de procesión por poner un ejemplo, pero con todo el respeto del mundo.

5. Calcetines a modo de piñata
En Alemania, si no te has casado a los 25, tus amigos podrán colocarte decenas de calcetines en el techo y después ‘obligarte’ a beber alcohol.

6. Carrera de esposas a cuestas
En Finlandia se celebra cada año el campeonato oficioso del mundo de llevar a tu esposa a cuestas. Ojo, no la puedes llevar a cuestas de cualquier manera, fijaos en la foto, tiene que ir como abrazada con las piernas al cuello del marido e ir boca abajo.

7. La carrera detrás del queso
En un pueblecito británico llamado Coope’s Hill celebran todos los años la tradicional carrera del queso. Es muy sencillo, desde una ladera muuuuy empinada dejan caer rodando un queso obviamente con forma circular, como casi todos los quesos, y detrás empiezan a ir tras él decenas de muchachos y muchachas a una velocidad imposible de controlar por el cuerpo humano, tanto que salen volando prácticamente.

8. La batalla del fuego
El municipio salvadoreño de Nejapa celebra cada 31 de agosto su particular batalla, la del fuego. Y lo vienen haciendo desde 1922. Dicen que hay dos versiones. Una, que es una conmemoración de la batalla entre San Jerónimo y el Diablo, y otra que es una celebración que surgió después de que la erupción de un volcan cercano no causara daños. Lo cierto es que es una batalla sin reglas y ‘todos contra todos’ en la que se hacen bolas de fuego y se lanzan a los contrarios.


La cultura más vieja del mundo

La teoría más extendida señala que la civilización china nació hace unos 5.000 años, unos dos milenios después de la mesopotámica, pero un grupo de expertos ha asegurado, tras el reciente descubrimiento de unas antiguas ruinas, que la cultura china tiene 10.000 años y es la más antigua del mundo.

Aunque las ruinas ahora halladas tienen ocho milenios, no son pocos los científicos que se atreven a añadir dos millares de años más a la cultura china y asegurar que esta tiene 10.000 años, entre ellos el director del Instituto de la Historia de las Nacionalidades, Shi Shi, un destacado experto en el asunto.

Los diferentes tamaños y estilos de las viviendas indican que había una división social entre líderes del clan y súbditos, otra muestra de civilización. Además, la presencia de cerámicas de colores (se han hallado más de 200 objetos de distintas épocas) desmiente la teoría de que la alfarería fue inventada en Oriente Medio y que se extendió luego a China, ya que la edad de recipientes hallados es similar a la de restos más antiguos de esa zona.     

Los historiadores de casi todo el mundo definen que unas ruinas pertenecen a una “civilización” cuando muestran vestigios de religión, escritura, urbanización y nacionalidad, pero los expertos chinos se oponen a estos criterios.

“Dadiwan no tiene los cuatro factores, pero estos solo sirven para medir las civilizaciones occidentales, no las orientales, que se desarrollaron de diferente forma”, reclama Lang Shude, del Instituto de Arqueología de Gansu.

El comunismo de Mao intentó acabar con la idealización de la tradicional China imperial, que en 1911 todavía mantenía formas políticas y sociales con milenios de antigüedad, pero los ciudadanos chinos actuales han recuperado el orgullo por su pasado, seguramente debido al nacionalismo imperante en el país.

Debido a ello, ha aumentado el interés por la arqueología, y los medios de comunicación, especialmente los oficiales, informan casi a diario de nuevos descubrimientos.